miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Para qué sirve la Historia?

http://www.matuk.com/2010/12/02/el-quijote-en-youtube/


            Inicialmente, siempre surgen tres preguntas clave cuando se habla de Historia:
¿Para qué estudiar la historia si cuando quiero saber algo, (si es que quiero), lo consulto en internet o lo miro en un libro o veo una película sobre el tema?

¿Para qué aprender todas esas cosas de memoria?

¿Por qué me hace falta saber tantas cosas que ya han pasado y no me sirven de nada?

            Conocer la historia no sólo nos ayuda a entender lo que ocurrió en el pasado, sino también lo que ocurre en el presente. Problemas, conflictos actuales, nuestra propia forma de ser, cultura, tradiciones arrancan en el pasado.
            No conocer la historia, o la propia historia de un país, es no conocerse a uno mismo ni al mundo que nos rodea.
            Una gran ventaja en la actualidad es la facilidad que tenemos al acceso de la información, no sólo mediante fuentes de información tradicionales, sino también mediante la gran diversidad de medios audiovisuales de hoy en día. El problema es que no sólo basta con la consulta de estos medios para saber medianamente algo sobre un tema, pues realmente hay que haberlo trabajado previamente, seleccionando las fuentes más viables o mejor documentadas y teniendo en cuenta la guía y consejos de un conocedor del tema. Es por tanto un arduo proceso que no se ve colmado con el simple hecho de consultar momentáneamente sólo una fuente de información.
            Un ejemplo sencillo para entenderlo: Pongamos que alguien te pregunta qué es un yogurt y tú no lo sabes. Puedes buscar en internet el significado de esa palabra, leer lo primero que salga y recitarlo de memoria pero entonces puedes haberte encontrado con varios problemas: ¿y si no has leído la definición correcta?, ¿y si lo que has leído no está del todo bien explicado, le falta información importante o está distorsionado?, ¿y si no has entendido lo que has leído y al recitarlo has cometido un error garrafal? ¿Cómo sabes lo que es un yogurt si nunca hasta ese momento habías oído hablar de él? No has tenido la oportunidad de ver una prueba documental de que existen ya que hasta el momento en que te preguntaron no tenías ni idea de que existían, ¿existen entonces? Una vez que te han abierto la puerta a este asunto, que hasta el momento ni sabías que existía, pueden surgirte nuevas dudas como  ¿a qué se debe que exista el yogurt? ¿Quién lo inventó y por qué? ¿Repercute el yogurt en mi vida? ¿Repercute el yogurt en las vidas de otros? ¿Ha repercutido el yogurt en las vidas de nuestros antepasados? Y tantas otras preguntas, que al ir resolviendo puedes descubrir que te afectaban o afectan más de lo que pensabas.
            Aprender la historia no es aprender parrafadas de texto de memoria. No puedes llegar a comprenderla sin entender lo que lees, ves, consultas. La historia implica hacerse continuamente preguntas mientras vas recibiendo la información, ordenar las respuestas e intentar darle un sentido cronológico a la información recibida. No es por tanto una mera tarea memorística de personajes, hechos o fechas, sino más bien una labor investigadora, deductiva y crítica, en la que constantemente hay que realizar continuos esfuerzos de contraste, comparación y comprensión.
             Una expresión clásica, muy recitada aunque no por ello menos cierta, si se le diera el valor que tiene y se la tuviera realmente en cuenta es que: "Conocer la historia es conocerse a sí mismo y ayuda a intentar enmendar los errores del pasado", aunque continuamente, al observar que no se suele reconocer esta máxima ni se le da el valor que tiene al estudio de la historia, muchos historiadores nos sentimos como aquel "hidalgo caballero, de cuyo nombre no quiero acordarme" que luchaba una y otra vez contra molinos de viento tangibles o no.
             La Historia suele ser un campo en el que muchas personas centran su atención, atraídas por lo que de ella se desprende o por el uso que le pueden dar. Pero ahí debemos tener cuidado, pues el universo histórico es muy amplio. No sabe más el que se ha empapado en un asunto o tema histórico que le apasiona, pues por regla general sabrá mucho de eso pero poco del resto. Quizás es más conveniente tener una visión histórica general que un gran conocimiento individualizado, sin menospreciar el amplio conocimiento de unos hechos o etapas concretas. También es imprescindible conocer y saber manejar los mecanismos que ayudan a entender o a aprender la Historia, pues sin dominarlos, como en cualquier otra ciencia,  no se puede adquirir un verdadero conocimiento histórico. Otro error muy común en muchas personas que se acercan a la Historia suele ser la prepotencia o el menosprecio hacia los verdaderos apasionados y estudiosos de la misma. Quizás esto es lo que determine que esas personas que no sienten respeto por esta ciencia, al considerar este estudio como algo fácil de entender, explicar o investigar, no sean verdaderos historiadores sino engreídos entes que no verán más allá de lo que sus limitadas miras les permiten. Una gran verdad es que una ciencia no es más ni menos importante que otra ciencia. Al fin y al cabo todas se complementan y en parte se necesitan. El respeto hacia cada una de ellas debe ser la base desde la cual hay que iniciar la aproximación hacia estas. El menosprecio, el creer que se puede aprender, entender, explicar o enseñar simplemente con leer un libro o un artículo colgado en la web o váyase usted a saber dónde descalifica, descarta y aleja a esa persona del verdadero objetivo que se había planteado al principio: conocer, entender y valorar esa materia o ciencia. Otra gran verdad es que por muchos años o vidas que le pudiéramos dedicar a una ciencia, jamás llegaríamos a dominarla por completo. Ahí debe residir el origen de nuestro punto de partida: debemos ser humildes y tener siempre presente esa humildad como principio para comenzar a aprender, entender y respetar. Recuerda que todos siempre podemos aprender algo de los demás, pues no estamos en posesión de la verdad absoluta. El aprendiz aprenderá del profesor, al igual que el profesor aprenderá del aprendiz.
              Por otro lado, en el arduo aunque no menos interesante mundo de la Historia hay que intentar  ser lo más objetivo posible y en parte crítico, tanto a la hora de entender como de exponer los hechos, pues si se cae en el error de manipularla o falsearla para demostrar unas ideas, no se estará comprendiendo ni valorando la Historia, sino mintiendo y distorsionándola con unos fines que para nada corresponderán con lo que la Historia o los historiadores deben ser.
           
Tras todo ello responde a las siguientes preguntas:  
¿Qué es para tí la historia?

¿Para qué sirve y puede servir la historia? 

¿Crees que es importante el concimiento de la historia? razona tu respuesta.

Wordle: ¿Para qué sirve la Historia?

3 comentarios:

  1. Hola Rafael,

    Me he detenido en tu blog por la vinculación que tiene con el mío y me ha gustado la reflexión que haces sobre la historia y las nuevas tecnologías.

    Un saludo,
    Carlos

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  2. Me parece una reflexión muy interesante y que va más allá de la mera definición sobre la historia. Es muy normal encontrarse con estas objeciones por parte de los alumnos y, páginas como esta nos pueden ayudar a que ellos mismos entiendan porqué es útil y beneficiosos estudiar (y aprender historia). Creo que es un esfuerrzo más que loable.
    Un saludo.

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  3. Interesantes palabras, así como los dos posts superiores :) Me ha llamado la atención tu blog en general, así que me lo llevo a marcadores ^^

    ¡Un abrazo!
    iRe ~ www.adnfriki.com

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